El error de seguridad que ha pasado desapercibido en la investidura de Joe Biden
Los abrazos, besos y caricias en el emotivo acto de la toma de posesión de Joe Biden, nuevo mandatario de estados Unidos
Por fin, tras tener a casi todo el país temblando por los posibles conflictos que pudieran tener lugar tras el bochornoso asalto al Capitolio, el pasado 6 de enero, el acto de toma de posesión de Joe Biden como 46 presidente de Estados Unidos se ha llevado a cabo sin disturbios, con la alegría que conlleva esta celebración y con momentos entrañables e inolvidables que ha protagonizado desde el nuevo mandatario del país más poderoso del mundo, hasta su esposa Jill Biden, así como muchos de los invitados ya fueran políticos, artistas o miembros destacados de la sociedad norteamericana.
Los nervios estaban a flor de piel y el día iba a ser largo. La jornada comenzó con una misa a la que asistieron Joe Biden y Kamala Harris en la Catedral St Matthew de Washington, un acto muy emotivo que puso los preliminares para que la palpitaciones fuera acelerándose poco a poco. Posteriormente llegaría el acto central, jurar el cargo, y Biden lo hizo con una sonrisa a las puertas de ese Capitolio que sufrió la visita días antes de unos vándalos azuzados por su antecesor, Donald Trump. Tras él, le llegó el turno a la vicepresidenta Kamala Harris, que no podía disimular su excelente estado de ánimo al saberse la primera mujer y además negra, que ocupa este puesto.
Custodiados por más de 25.000 miembros de la Guardia Nacional que fueron desplegados para velar por los presentes, los familiares, amigos, compañeros y resto de invitados miraban casi con lágrimas en los ojos al hombre que va a traer el esperado cambio que todos sus seguidores desean y a la número dos que estará a su lado para ayudarle a conseguirlo. Otra mujer, su esposa, observaba nerviosa hasta que, finalmente, pudo darle un enorme abrazo a su marido y un cariñoso beso de felicitación.
Como ellos, muchos fueron los que se animaron a emular sus gestos, dejando en un paréntesis las restricciones que aconsejan u obligan las autoridades sanitarias para evitar el contagio de la maldita COVID-19, una pandemia que estuvo presente por las innumerables mascarillas y la distancia de seguridad. Aunque, todo hay que decirlo, fueron bastantes los que se saltaron estas normas para dar paso a un entusiasmo por los acontecimientos de los que estaban siendo testigos.
Desde el expresidente Barak Obama y su esposa Michelle, pasando por otro expresidente, Bill Clinton, que acudió con su mujer, Hillary Clinton, hasta la propia Kamala Harris, que no pudo evitar abrazar a su marido, Douglas Emhoff, todos se dejaron llevar por el énfasis que les producía la situación.
También las celebrities que acudieron para participar en el espectáculo que se da durante la ceremonia de posesión del cargo, Lady Gaga, Jennifer López y Gart Brooks, fueron blanco de los sentimientos y dieron abrazos a sus maridos, parejas o compañeros dejando que ese espíritu entrañable de buena sintonía general mandara en el ambiente.
Donald Trump no ha podido con la democracia estadounidense, el coronavirus sigue al acecho cobrándose miles y miles de vidas, los exaltados están deseosos de volver a liarla, pero los que estuvieron este 20 de enero de 2021 frente al significativo Capitolio de Washington D.C., capital de Estados Unidos, aplaudieron a rabiar sabiendo que Joe Biden y su Gobierno están dispuestos a cambiar las cosas y comenzar desde cero, contando con los sentimientos, las leyes y las ideas moderadas y al mismo tiempo progresistas, para que esa alegría que todos desbordaban tenga un perfecto significado.